El zincado electrolítico en Cádiz se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas para recubrir metales en los últimos años, por la gran cantidad de ventajas que presenta frente a otras. El proceso consiste en una aplicación de zinc mediante vía electrolítica con un objetivo principal: dotar al metal de propiedades anticorrosivas.
Además de ser un recubrimiento económico, se caracteriza por su aplicación en frío, lo que no produce ningún tipo de deformación del material. El acabado pasa a formar parte de la pieza tras su aplicación, lo que significa que esta no pierde la protección ante posibles manipulaciones. El zincado electrolítico en Cádiz cuenta con una gran versatilidad y su espesor no supera las 30 micras, por lo que la pieza no pierde volumen.
Además, las piezas son tratadas mediante un acabado final o pasivado, por dotar a los metales de un recubrimiento liso, brillante y carente de impurezas, además de por su versatilidad. Esta característica permite conseguir diferentes acabados, según las necesidades del cliente:
Pasivado amarillo
Mediante este proceso se consiguen hasta 172 horas de protección a la corrosión roja, aplicando cromo III sobre un galvanizado electrolítico de 10 micras. Esta técnica está destinada a edificios sin calefacción, como polideportivos o naves, en los que pueden darse condensaciones. En exteriores, se utiliza en atmósferas sin contaminación y áreas rurales.
Pasivado blanco
Consiste en aplicar una resistencia de pasivado mayor que en la anterior, consiguiendo hasta 300 horas de protección. El zincado es idóneo para interiores con niveles de humedad elevados y exteriores con contaminación moderada.
Pasivado bricomatado
Por último, este tipo de pasivado es capaz de dotar al metal de hasta 400 horas de resistencia a la corrosión. Las aplicaciones son similares al caso anterior, aunque la estética suele ser menor.
En Industria Sevillana del Zinc, S.C. realizamos la técnica que mejor se adapte a tus necesidades, asesorándote en todo momento.