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Publicado: 01/07/2015
A
tu alrededor puedes encontrar decenas de piezas y accesorios galvanizados en Sevilla. Se trata de piezas metálicas,
generalmente de hierro o acero a las que se les ha aplicado una cobertura de
otro metal, generalmente zinc, para protegerlas de la corrosión y la oxidación.
En artículos anteriores de este blog te hemos explicado someramente diferentes
formas de aplicar ese recubrimiento.
Sin embargo, en este artículo, más que fijarnos en el proceso de fabricación de
los accesorios galvanizados en Sevilla,
queremos contarte el origen de la palabra que le da nombre al proceso:
Galvanizado. Luigi Galvani fue un físico, fisiólogo y médico italiano que vivió
en Bolonia en el siglo XVIII. De forma
accidental, al tocar accidentalmente el gancho de bronce del que colgaba el
anca de una rana que estaba diseccionando, se produjo una pequeña descarga
eléctrica que provocó la contracción de los músculos de la pata. Tras
diferentes experimentos llegó a la conclusión de que la “electricidad animal”
era la fuerza que movía la musculatura de los seres vivos y que esta
electricidad se transfería a través de los nervios.
Hasta entonces se creía que los nervios eran una especie de conductos por los
que circulaban algunos fluidos, pero los experimentos de Galvani desvelaron la
verdadera naturaleza del sistema nervioso como un circuito eléctrico. Había
nacido una nueva ciencia: la neurofisiología
Sus experimentos continuaron y Galvani clasificó los diferentes metales según
su carga eléctrica, observando que era posible recubrir un metal con otro
siempre que el cobertor tuviera una carga más alta que el cubierto. Sus experimentos
fueron los que sentaron las bases de los procesos que utilizamos en Industria Sevillana del Zinc, S.C. para
galvanizar todo tipo de piezas metálicas.