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Publicado: 14/02/2017
Entre
las herramientas que empleamos en las empresas que nos dedicamos al tratamiento
del hierro galvanizado en Sevilla
hoy queríamos centrar nuestra atención en el durómetro, un dispositivo que nos
permite determinar con rapidez la dureza de los materiales que salen de
nuestras plantas de producción.
El durómetro es un elemento esencial en el control de calidad para comprobar
que las diferentes partidas de, por ejemplo, hierro galvanizado en Sevilla cumplen con los requisitos
suficientes para atender el uso al que van a ser sometidas las diferentes
piezas. La dureza de un material es un factor que está directamente relacionado
con su resistencia a las ralladuras y a la corrosión.
Existen diferentes escalas para determinar la dureza de un material y para cada
una de ellas se emplea un aparato diferente. Así, los durómetros Brinnel
determinan la resistencia a la tracción mientras que los durómetros Rockwell
comprueban la dureza intrínseca del metal a partir de una pequeña muestra por
lo que su procedimiento se considera un ensayo no destructivo, por lo es el más utilizado en la industria
metalúrgica.
Su funcionamiento es muy sencillo. Se coloca sobre el durómetro una muestra del
metal a analizar y se le aplica una fuerza de 10 Kg a través de unas pequeñas
esferas de acero templado con el fin de eliminar la deformación elástica del
metal. A continuación se aplica una fuerza variable pero controlada que provoca
una pequeña deformación sobre la superficie del metal. El aparato, analizando
esa huella, cuantifica su dureza de modo que nos permite comprobar que las
piezas analizadas cumplen con los estándares de calidad y seguridad previamente
fijados.
En Industria Sevillana del Zinc, S.C.
seguimos estrictos protocolos para controlar la calidad de nuestros productos.